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martes, 11 de agosto de 2015

Objetos Confiscados

por Elisa Montesinos*

vestido

rasgado quedó, de tanto ponerlo, sacarlo, abrirlo, forzarlo, de tanto que una mano se le metía para explorar aquello que pretendía cubrir, o descubrir, el viento, algo de sol transparentándolo, los adoquines rotos, la calle Matucana, lo vieron pasar en esplendor, ondeando, feliz, al viento, una mano se le metía, lo forzaba, lo descomponía, lo rasgaba; hirsuto quedó, aunque el sol, el viento, palacios de la época del salitre, la calle Matucana, lo vieron pasar en esplendor, es que una mano, una mano feroz, sí, trataba, el sol, el viento, la calle, los pasos apresurados deteniéndose cada tanto, planchadito, estiradito, todo en su lugar iba, orgulloso de ser nuevo, pero esa mano, feroz, metiéndose por todos lados, desordenándolo, por qué esa mano, por qué, ondeando al viento, al sol, que permitía ver a contraluz, los adoquines rotos, la calle Matucana, todos testigos, y esa mano, saliéndose con su cometido, arrugándolo, y es que la calle, la despedida, el bus, y más tarde, de vuelta, metiéndose por cualquier intersticio, hasta lograr, una vez puertas adentro, su cometido, y subirlo, forzarlo, explorar más, más, casi romperlo, y ya no sólo la mano, la boca, la lengua, los dientes, el cuerpo entero restregándosele, la tela cediendo, ensanchándose, un ruido, un ruidito de algo roto, poco antes que esa mano, feroz, otra más pequeña, resistiéndose tal vez lo arrojara, las dos quizás, arrugado, después de haber sido nuevo, al suelo.

corbata
amarradita,
puntual,
de noche o de mañana,
limpia, controlada,
sin ninguna mancha
de vino,
ni de nada,
ninguna pelusa
que mostrar, ninguna hilacha,
apretaba
la parte del cuerpo que,
justamente,
no quería ser apretada,
otras sí, otras
pedían a gritos,
casi,
si pudieran,
para fines distintos,
muy distintos, de la función
institucional,
fiscalizante,
inquisidora
(no, tampoco era para tanto),
que se le había asignado
al muchacho ese
que una vez,
sí, hay pruebas,
alguna vez usó un mohicano,
por eso la corbata limpia, puntual,
exacerbadamente largos, los turnos
sobrehumanos, noches
enteras, madrugadas
para cansarlo, probar
su resistencia, siempre
en distintos horarios, lograr
el objetivo, que se afeitara,
ordenara su cabello, sus zapatos,
su vida, y fuera,
planchadita la camisa,
lustrados los zapatos,
a ganarse el pan
de cada día,
si a veces le resultaba tal vez,
un poco duro
el pan, o amargo,
si no le alcanzaba para el mes,
eso, que se oiga bien,
nada de eso
era culpa nuestra, cumplíamos
ordénes, que se controlara,
¡que de una vez por todas se controlara!,
y menos, menos que
sabemos de buena fuente, fuimos
informados, usaba camisetas
de bandas de rock,
¡debajo de la camisa
planchadita, incólume!,
y no sólo eso, un hedor
a cerveza, un halo,
peor aún, no lo vamos a mencionar,
a hierbas, por respeto,
no lo vamos a mencionar,
eso sí, se le podía,
llegado el caso, perdonar,
lo otro no,
jamás,
que una corbata
cuya función es dar seriedad
a gente como esa,
poner un límite,
sea utilizada para otros fines,
resulta, por decir lo menos,
inaceptable, imperdonable,
que una prenda del uniforme
se utilice así,
escabrosamente,
para amarrar la espalda, las manos,
al respaldo de la silla,
gritaba, el vecindario entero oyó,
de felicidad, podrán esgrimir
en su defensa, no les consta,
nada de eso consta, ni incumbe
a este informe, más que el sujeto
se descontroló, si lo instigaron,
si se oyeron risas,
si ella pedía más, más,
más apretada la corbata,

eso no está en cuestión.

*Elisa Montesinos 
es traductora, periodista y escritora. Master de Escritura Creativa en la Universidad de Nueva York. Autora del libro de viaje 
Standby, encuadernado y cosido a mano. Ha realizado talleres de encuadernación artesanal, invitando a los lectores a coser su propio ejemplar del libro. Es editora del fanzine de artes visuales y escritura eL Paper Magazine, realizado en conjunto con la galería Local Project de Nueva York. Actualmente está terminando su segunda novela. Es la profesora del Taller Permanente de Novela en el Taller Estudio 112.

1 comentario:

  1. Me gustó mucho su texto "vestido" y quiero invitarla a leer algunos de mis cuentos breves en facebook boasilio bocaiuva seudónimo de Fernando Aravena Torres, Abrazos

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